El 3 de julio, María Ana Mogas, muere en Fuencarral con fama de santidad. "Ha muerto la santa" se oía por todo el pueblo. Y ella nos dejó como testamento y misión sus últimas palabras: "AMAOS. CARIDAD, CARIDAD VERDADERA. AMOR Y SACRIFICIO"
Oramos todos juntos agradeciendo su legado y la recordamos por su amor al prójimo: su ayuda a los enfermos y su obra dedicada a escolarizar a los más necesitados.
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